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El revelado de rastros papiloscópicos latentes ha variado mucho desde que el Dr. Henry Faulds tomó conciencia de su valor a fines del siglo XIX.

Luego de un contacto casual de rastros papilares de una mano con hollín, dejadas en una pintura fresca, Faulds se percató de que en un vaso se encontraba el rastro de huellas de un criminal, y dedujo que no era necesario tener las manos ennegrecidas para dejar dichas huellas.

Desde ese hecho a la actualidad, revelar rastros latentes se ha convertido en todo un arte, incluso con técnicas que parecen ser sacadas de la ciencia ficción.

Entre los métodos más llamativos, se puede mencionar el revelado de huellas por medio de Aplicadores De Polvos Magnéticos.
Los mal llamados Pinceles Magnéticos, son herramientas que carecen de cerdas. Son utilizados con polvos especiales, que contienen partículas imantables, que se conocen como “Polvos Magnéticos”. Su composición es de hierro y pigmento.

Utilizando un campo magnético accionado a la voluntad del operador, se logra formar una especie de cepillo con las partículas de hierro, que permite realizar revelados en objetos pequeños, superficies verticales, o en otro tipo de superficies no ferrosas. Cuando ya no se requiere más, se reduce la fuerza del campo magnético, alejándolo de la punta mediante un vástago, y el polvo se desprende por gravedad, depositándolo en el recipiente contenedor para posterior uso.

brush, sin embargo, los más usados son el negro y el blanco, puesto que generan mejor contraste con una gran cantidad de superficies coloreadas.

brush

Un aplicador magnético es una herramienta forense utilizada en el levantamiento de rastros papiloscópicos, junto a polvos especiales, que hace las veces de pincel, aunque técnicamente no podríamos nombrarlo así, ya que carece de cerdas.
En la parte delantera posee una cabeza de diseño especial cuya función es básicamente retener el polvo magnético en la punta en todo momento.
Su diseño no solo es algo complejo en la parte visible. En el interior del aplicador, se encuentra un potente imán retráctil, el cual es accionado al tirar del vástago ubicado en la parte posterior y vuelve a su posición original por acción de un resorte interno.
Para su utilización, la cabeza o capuchón debe permanecer siempre enroscado al aplicador. Al acercar la punta del aplicador al polvo, el mismo se adhiere a ésta por la fuerza de atracción del imán y se genera una estrella irregular con él.
Cuando accionamos el vástago, el imán se retrae, el campo magnético en la punta se debilita y esto, sumado al diseño de la cabeza, provoca que el polvo no pueda seguir al imán y decante por acción de la gravedad.
Uno de los beneficios de esta técnica es la posibilidad de recuperar el material consumible, ya que permite juntar tanto los excedentes del polvo en su uso, como las caídas por descuidos.

Puede adquirir los productos para el revelado de huellas latentes en su sección correspondiente.

Aplicador Magnético

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